El arte gótico es un estilo pictórico que nació a finales de la Edad Media en Europa Occidental y duró hasta la llegada del Renacimiento en el siglo XVI. Si deseas conocer algunas de las características de la pintura gótica más relevantes, en Arte Dovale, expertos en todo lo relacionado con las bellas artes, te contamos lo que debes saber.
Detalles reales
Durante esta época se busca mostrar, a través de las pinturas góticas, una representación lo más realista posible de la vida del hombre, así como todo lo que le rodea.
Hasta el momento, los elementos que rodeaban a las personas como sus casas, las colinas, ríos, árboles o plantas, no se solían plasmar en las obras. El fondo solía ser, o bien un color, o como mucho, algún detalle muy básico, a veces en forma de franjas.
Una de las principales características de la pintura gótica, en comparación con épocas anteriores, es que esta búsqueda de representar todo lo que se encuentra en el marco de la realidad, da lugar al paisaje como nuevo género artístico.

El Jardín del Paraíso
Anónimo (“Maestro del Jardín del Paraíso”) 1410
Un ejemplo de esto es el “Jardín del Paraíso”, una obra anónima de 1410 que se encuentra en la actualidad en el Museo Städel de Alemania.
Además, en este afán por mostrar las cosas de la manera más realista posible, se empiezan a dibujar las expresiones faciales de los personajes que aparecían en los cuadros.
La temática de las pinturas góticas
De todas las características de la pintura gótica, probablemente la temática religiosa sea la que tienen en común un mayor número de obras. De hecho, el arte servía como una forma de enseñar ciertos aspectos del cristianismo a un pueblo analfabeto, así como para exponerse en las iglesias a modo de iconos a los que rezar.
Sin embargo, la temática religiosa no era la única. Como ya hemos comentado con anterioridad, la búsqueda de reflejar un marco real, se plasmó en pinturas de paisajes, castillos y elementos naturales. En un principio estos se mostraban difusos y con unas proporciones y perspectivas descuidadas. Con el paso del tiempo, se mejoró la técnica y se consiguió un resultado mucho más perfecto y cuidado.
Además, se representan objetos del día a día como jarrones, espejos y comidas.
Ilustración de libros
Una de las características de la pintura gótica es el miniaturismo, es decir, la representación gráfica de pinturas en miniatura. Recibían este nombre porque se realizaban con colorantes mezclados con óxido de hierro, o lo que es lo mismo, minio.
Las miniaturas se plasmaban en libros ilustrados, como dibujo que acompañaba al texto, o bien, enmarcados en la primera letra de este.
Mientras que al principio del arte gótico, la temática de los códices (las miniaturas) era más religiosa, en la segunda, pasó a añadir temas mundanos.
El manuscrito más relevante del arte gótico es Las muy Ricas Horas del Duque de Berry, encargado por el duque Juan I de Berry.

Las muy Ricas Horas del Duque de Berry
Hermanos Herman, Paul y Johan Limbourg 1410
Técnicas utilizadas
La pintura mural destaca por ser utilizada a modo de decoración en las iglesias italianas.
Fuera de allí, en la zona del norte del viejo continente, por encima de esta, destacan las vidrieras. Espectaculares ventanales hechos con cristales de diferentes colores que fueron una parte importantísima en las iglesias góticas, principalmente francesas.
La Catedral de León contiene el ejemplo más destacado de vidrieras góticas de nuestro país. Por otra parte, quizás la muestra más relevante y más bonita de estos ventanales a nivel mundial sea los que se encuentran en Iglesia abacial de Saint-Ouen, situada en la región francesa de Normandía.
Otra de las características de la pintura gótica es que el óleo y el temple (o témpera) son las técnicas usadas con mayor frecuencia en las obras sobre tabla. La primera técnica mezcla el pigmento con un aglutinante aceitoso, mientras que la segunda consiste en utilizar agua como disolvente y huevo, grasa animal u otros materiales como aglutinante.

Catedral de León
1205 – 1301
Importancia de la luz
La relevancia que se da a proyectar la luz en las obras, es una de las características principales de las pinturas góticas que se incorporaron en muchos de los cuadros.
Siguiendo, como ya hemos visto, una temática religiosa, con la luz se intentaba plasmar la divinidad y los elementos religiosos. Entre otras formas, esto se conseguía jugando con colores vivos.
Un ejemplo de una muestra de esta característica de la pintura gótica es la Maestá, que actualmente se encuentra en el Museo dell’Opera Metropolitana del Duomo de Siena.

La Maestá
Duccio 1302-1308
Retablo
El soporte más utilizado durante la etapa del gótico es el retablo. En función del número de tablas utilizadas se conoce como díptico al emplear dos, tríptico al usar tres y políptico cuando son más de tres.
Las maderas más empleadas para crear este apoyo son las de pino, abeto y nogal, aunque la elección iba también en función de los árboles que predominaban en cada territorio. Por ejemplo, en Italia, se utilizaba la madera de chopo.
Algunos trípticos como “El entierro de Cristo” poseían una especie de bisagras metálicas que servían para cerrarlo.
En definitiva, las características de la pintura gótica fueron lo suficientemente relevantes como para marcar un antes y un después respecto a las obras del románico.

El entierro de Cristo
Robert Campin 1415
En Arte Dovale nos encanta conocer las características de la pintura gotica, renacentista, barroca… En definitiva, saber cuáles son los atributos que han caracterizado a las diferentes etapas artísticas que han tenido lugar a lo largo de la historia.
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